
Está mañana me he despertado con una especie de tristeza, iba a escribir "Una pequeña" pero las sensaciones son difíciles de medir... cuando algo así me sucede no puedo parar hasta descubrir que me la ha producido. No siempre me es fácil tenerme paciencia y escucharme, pero hoy me lo he regalado.
He descubierto, que por más que quiera, no se puede estar de espaldas para no ver al tiempo , ni acumular momentos, apilar preguntas, esperar que el ahora suceda la semana que viene, los sentimientos aplazados se pierden, ya no podemos recuperarlos, las preguntas que no pudimos responder nos llevaron al suspenso, porque sus respuestas ya nunca podrán ocupar el espacio en blanco que dejaron.
Por suerte mi tristeza de este momento, dentro de un rato ya no existirá puede que como el agua que no se bebe deje de ser útil para la sed, pero durante un momento la sed me ha permitido escuchar mi cuerpo igual que la tristeza ha contribuido a escuchar mi alma.
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